Por Silvia Monturiol Fernández Con un promedio de notas de 9.66, Lucía Monge Ramos, estudiante de la Escuela de Música de la Universidad Nacional (UNA), obtiene este año el Premio a la Excelencia Académica Rubén Darío, otorgado anualmente por el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) a los mejores estudiantes de la región. A sus 21 años, esta vecina del cantón central de Heredia afirma con gran convicción: “a lo largo de mi vida me he dado cuenta de que los grandes éxitos no se construyen por una gran decisión, sino por muchas y constantes pequeñas decisiones que tomamos cada día”. Por eso enumera, con toda seguridad, las cualidades que debe tener un estudiante para lograr el mejor promedio de notas en una universidad como la UNA: disciplina, para hacer frente a todas las responsabilidades; perseverancia, para seguir adelante a pesar de las dificultades, y confianza en uno mismo, que –en su caso- le permite tener fe en sus capacidades personales y comprender que puede lograr todo aquello en lo que se proponga trabajar. Hija de una docente de educación religiosa y un auditor, Lucía predica con el ejemplo. Actualmente estudia dos carreras: Música con énfasis en Educación y Música con énfasis en Canto. El Premio Rubén Darío –para esta joven universitaria- significa que su esfuerzo ha dado un gran fruto, lo que la motiva e impulsa a seguir luchando por dar lo mejor de sí para alcanzar sus metas. ¿Y cuáles son esas metas? Por lo pronto, quiere concluir su Bachillerato en Educación Musical y su Licenciatura en Canto en la UNA. A mediano plazo, ella aspira a obtener, en el extranjero, Maestrías en diferentes especialidades del área de música. Además, tiene en mente aprender varios idiomas dada su importancia, tanto en la ejecución del canto lírico, como en el intercambio con directores o músicos a nivel mundial. “Me visualizo trabajando en escenarios internacionales”, explica.